martes, 17 de febrero de 2015

Los tres grandes tabues en Suiza parte I : La organización y el orden

 Finalmente!! Después de día y medio fuera de mi casa!! Hogar dulce hogar!!! Bueno, aunque mirando a mí alrededor no sé qué será más acogedor; la sala de mi casa o la sala de la casa de un japonés cinco minutos después del tsunami del 2011 y ni hablar de mi habitación, para encontrar algo (bueno si lo busca una persona que no sea yo) necesitas GPS L
En realidad yo no me caracterizo por ser la más ordenada, pero como estoy preparándome para mudarme la situación se ha agravado en este aspecto. Pero en el nuevo apartamento me propongo tenerlo todo ordenadito y organizado! Así como como mi ex-vecina Petra, la que vive en Pratteln o la Sra. Bernhard del piso de arriba.  Claro, la diferencia entre ellas y yo, es que ellas son Suizas y aunque no lo admitan abiertamente, para ellas, el orden y la organización son cuestiones de vida o muerte. Los suizos son así (generalmente)
Si…Si… Segurito que hay más de un@ leyendo estas líneas y diciendo: “Seré yo suiz@ entonces, porque yo siempre tengo todo organizado y ordenadito” Si, claro que eres ordenad@!! Y no eres suiz@!! Pero la diferencia entre un(a) latin@ y un suizo con respecto al orden; es que nosotros comunicamos abiertamente que nos importa, sobre todo las mujeres. A las latinas (yo NO me incluyo en este grupo) les encanta hablar de las labores del hogar, de las técnicas que utilizan para limpiar la casa, de lo limpias y ordenadas que son, de que al final del día todo brilla y ellas bellas para su marido :P. Es usual encontrar videos con tips de como doblar camisas y sábanas perfectamente, publicados en el muro del Facebook de alguna amiga latina. Una suiza JAMAS va a publicar eso en su muro, es una cuestión de honor, DE LA LIMPIEZA Y LOS QUEHACERES DEL HOGAR,  NO SE HABLA.
Pero para los suizos el orden, la organización y la limpieza, son mucho más importantes que para nosotros los… Bueno, en este punto considero que es mejor que me restrinja  a los parámetros de nosotros los venezolanos, porque la nuestra, es la idiosincrasia que mejor conozco de todas  las idiosincrasias latinoamericanas y a la que me puedo referir con mayor conocimiento de causa.
A mi amiga Angie le encanta el orden y la limpieza, también a Yolieth a Dinoska y a Marianella, pero aunque para ellas eso sea muy importante y para mí no tanto, eso no es algo que las haga tener un mejor o peor concepto de mí como persona. Los venezolanos nos caracterizamos por decir las cosas de frente, algunos más diplomáticos que otros, un pana venezolano siempre te va a decir en tu cara hasta lo que no es necesario. A mí no me sorprende ni me ofende que venga una amiga a la casa y me mande a doblar la ropa a tender la cama, nosotros somos así…
Un suizo nunca jamás va a venir a mi casa a criticarme aunque la casa esté hecha un desastre, de su boca no saldrá ni “ñé” pero la cara que ponen es un poema... Los ojos pelaos con una expresión de guacala!! (o sea de asco) y luego lanzan una mirada de compasión, así como diciendo :”pobre mujer, está totalmente desequilibrada…” Y al instante ofrecen algún tipo de ayuda: “Cuando necesites tiempo para ti, avísame, yo te cuido a las niñas”
Para la gente de aquí el orden y la organización son sinónimos de integridad, responsabilidad y cordura, valores muy preciados en esta sociedad. O sea, si un suizo llega a tu casa y está  todo hecho un desastre, es posible que piense que no eres capaz de pagar tus cuentas, que no puedes criar bien a tus hijos y que estás a un paso del manicomio. Rara vez pensará que sencillamente, no es parte de tus prioridades, que prefieres aprovechar  si hace calor para irte de paseo en vez de quedarte planchando en casa, o visitar a un amigo en vez de lavar l ropa, o dormir 10 min más a levantarte a tiempo y tender la cama. Yo soy así por ejemplo, pero pago mis cuentas, llego a tiempo a mi trabajo y soy buena madre, loca si estoy, pero como lo sé, trato de disimularlo lo mejor posible: P
Una de las cosas que más detesto en este mundo (al principio, cuando estaba recién llegada, no era así) Es que algún suizo venga a visitarme sin avisar: Esa no es una costumbre de aquí y si lo hacen es porque quieren averiguarte un poco la vida.  Al principio me sucedió varias veces, pero ahora soy capaz de no abrir la puerta con tal de no darles el gusto.
Una vez quise vengarme de mi vecina Petra por haberme ido a visitar sin avisar.  Ver su  actitud al entrar a mi apartamento, me hizo sentir como desnuda, fue una sensación muy desagradable. Esa tarde, estaba preparando a las niñas para meterlas a la cama. Mientras ellas se bañaban, yo estaba cocinando. La antesala del apartamento estaba alfombrada con toda la ropa de las niñas esparcida por el piso, la cocina, con el fregadero lleno  de platos, la mesa de comer con lápices de colores, platicos con frutas de la merienda, pedacitos de galleta despaturrada,  bueno, digámoslo de una manera romántica, la cocina parecía un cuadro abstracto, y Petra con su cara… Pero la mía tuvo que haber sido peor, porque a los cinco minutos me dijo “Si quieres vengo en otro momento”  a lo que yo respondí afirmativamente y ya tenía la puerta de la casa abierta antes de que ella terminara la frase.
Así que esperé un par de días y fui a hacerle el mismo numerito a ella. La mayoría de los suizos odian que los visiten sin avisar, así que para mí la venganza era doble; fastidiarla por llegar sin avisar y descubrirla infraganti con la casa desordenada, mua hahahahahahaaaaaaa (risa macabra). Naturalmente no se alegró con mi visita inesperada, pero lo de descubrirla infraganti fue en vano: Allí estaba Petra, sentada en la cocina con sus dos hijos de 5 y 3 años, horneando galletas en una cocina impecable, los niños limpiecitos, los ingredientes meticulosamente colocados en porciones sobre la mesa, todo perfecto. Yo de la frustración tampoco pude quedarme más de cinco minutos. 
Con ella ni con ninguna otra conocida suiza he tenido alguna vez ningún tipo de conversación acerca de los oficios del hogar, para ellas ese es un tema prohibido que las reduciría a simples amas de casa, anacrónicas y aburridas. Gracias a Dios, porque yo detesto esos temas. 
Para los hombres de aquí es incluso un factor decisivo a la hora de elegir pareja. De hecho mis amigas latinas, me decían siempre, “si no te organizas en la casa, nunca vas a conseguir novio”.  Sin embargo, si he tenido mis relaciones, pero esa siempre fue una causa de incomodidad. Y yo argumentaba: “ Bueno, que prefieres: Una mujer con la que te puedas reír, que sea tu compañera, con quien disfrutes en la cama, o una máquina de ordenar la casa?” al final y luego de hacer tantos compromisos, he llegado a la conclusión de que cuando tengo pareja soy mucho más ordenada que cuando estoy  sola, por el simple hecho de querer que mi pareja se sienta cómoda en mi entorno. Pero ahora he decidido hacerlo por mí, porque es más rico, aunque visitar a mis amigos, salir a pasear cuando hace sol y disfrutar con mis hijas sigue siendo mi prioridad.
Bueno me voy a dormir, porque mañana me quiero levantar temprano para ordenar un poco, mua hahahahahahaha (risa macabra) <3 <3 <3