sábado, 8 de febrero de 2014

...Y entoces llegó un angelito con el ala rota: Mi papi :)

  Bueno, hoy de verdad que no sé por dónde comenzar. Yo siempre les cuento de lo que he hecho en el día; porque de alguna manera eso me lleva al punto de lo que quiero expresar. Pero hoy es diferente. Hoy estuve con mis compañeros de la agencia de viajes y los jefes,  haciendo un tour por la ciudad, con el objeto de orientarnos y afianzar nuestros conocimientos en cuanto a tours guiados y eso no tiene nada que ver con lo que les quiero o mejor dicho; necesito contarles. Mi ordenador y ustedes se han convertido en cierta forma en mis terapeutas, es por eso que nunca puedo contar lo que yo quiero o lo que yo creo que es conveniente, sino lo que me pide el alma.
  Desde hace días el alma me está pidiendo que hable de alguien muy importante para mí, de cómo veo a esa persona, de lo que significa su presencia en mi vida, de lo que directa o indirectamente he aprendido de él. Se trata de mi papá.
  Ser hija de Víctor Cuica es algo muy especial y sin duda nada fácil. No se trata del hecho de andar con él por las Calles de Caracas y que cada cinco metros alguien le grite: "Maestro!!" "Cuica!!!" que la gente le pida autógrafos, se quieran tomar fotos con él y cosas asi, a eso estoy acostumbrada. Es él en sí mismo, él es una persona muy especial.
  Durante gran parte de mi vida lo vi como a un Semidiós y aun conociendo sus debilidades, me costaba mucho aceptar, que él es un ser humano como cualquier otro. Yo estoy segura que la manera que tenia de ver a mi papá ha influenciado mucho la forma en que veía a mi pareja. Cualquier opinión de él hacia mí por más insignificante que fuese, era capaz de darme fuerza o de derrumbarme de la tristeza, hasta hace poco era él, la única persona en el mundo capaz de ejercer un poder tan grande sobre mis emociones; pero gracias a Dios, desde hace un buen tiempo puedo decir (y lo digo porque realmente así lo siento) que no dependo emocionalmente de las opiniones de nadie y eso me da mucha tranquilidad y libertad.
  La vida es tan loca!!!! si uno le pone atención al camino, se da cuenta de que muchas veces es enredado, a veces parece un laberinto sin salida y otras parece como si estuviésemos caminando en círculos; pero no es así, porque cuando nos damos cuenta, estamos en una etapa muy diferente y siempre encontramos una salida y por sobre todas las cosas : En la vida, uno nunca se queda con las manos vacías, siempre nos deja algo para aprender.
 Así fue como hace ocho años, apareció mi papá en mi vida, ya no en el rol de súper héroe, sino como un ser humano.
  Justamente en ese tiempo yo estaba pasando por la crisis de la separación y mi papá decidió venirse a Suiza a pasar el guayabo de su reciente divorcio. Lo de la separación de mi papá y mi madrasta ha sido algo que realmente me ha costado digerir. Al principio creía que era lo mejor para ellos; pero luego me di cuenta de que no podía imaginármelos el uno sin el otro.
  Ya mi tía Isa me había contado que mi papi tenía intenciones de venirse a pasar un tiempo con nosotras por lo su divorcio. Un día me llama y me dice con su voz ronca y pausada : "Naima voy pa' allá" Y yo contenta le respondo: " Claro que si papi, vengase!! Cuando llegas?" Y él me responde: "Mañana por la tarde". Llegó en diciembre del 2005. Esas navidades mi ex, en un esfuerzo por recuperar a la familia, regresó de la misión a la cual había sido enviado en el extranjero, fuimos juntos a buscar a mi papá al aeropuerto y nos comportamos como si nada pasara. A los pocos días él se va de regreso a su misión y reanudamos la guerra fría, mi papá que no tiene un pelo de tonto, rapidamnete se dio cuenta.
 Mi papá y mi ex siempre fueron panas, así que no fue nada fácil para él aceptar mi decisión de separarme, sin embargo la respetó. El hecho de tener a alguien en casa en una situación tan difícil como un proceso de separación, no necesariamente hace las cosas más fáciles.
  Las primeras dos semanas de su llegada creí que no iba a poder aguantarlo en casa ni un mes; sin embargo se quedó tres meses.
  Él llegó triste y apagadito, se le notaba por fuera, no tenía que hablar de ello, los dolores del alma se reflejan físicamente y no se pueden disimular. Pero si algo tiene mi papá es determinación. Él no vino a Suiza a rumiar sus penas, no señor!!! A los pocos días de haber llegado (un país en el que nunca había estado) agarró su saxo y se fue a la calle a tocar. Esa es una de las cosas que más admiro de él; su amor por lo que hace, ganarte la vida haciendo lo que realmente te apasiona es un lujo, pero es muchísimo mas loable si lo haces sin importar cómo y en qué condiciones, solo porque te gusta. Y en la calle no solo ganó mucho dinero, sino que conoció gente del mundo del Jazz aquí en Suiza e incluso tuvo la oportunidad de tocar dos veces en el festival de Jazz más importante de la ciudad el Bebbi Jazz. No entendía ni una palabra en alemán y se defendía un poco con el Inglés, ya yo tenía dos años y pico viviendo aquí y había palabras que formaban parte de mi vida cotidiana y que ni siquiera pensaba que pudieran tener una traducción al español. Por ejemplo cuando mi papá quiso por primera vez ir de Pratteln a Basilea yo le digo: "Mira, caminas derechito por ahí, y ahí mismito está el Bahnhof, ahí agarras el tren y en siete minutos estas en Basel" Él se va, y a los veinte minutos regresa y yo le pregunto: "Que paso?? No agarraste el tren?" Y él me responde: "No, es que no encontré el Bahnhof" :(
Desde ese momento me esfuerzo por llamar al Bahnhof Estación de Trenes, que es su traducción al español. Después de eso, andaba pa' arriba y pa' abajo como pez en el agua. Llegaba a casa con una bolsa llena de monedas y comenzaba a contarlas. Un día mi hija mayor lo ve con el montón de monedas esparcidas por la mesa y le pregunta: "Opa (abuelo en alemán) y eso? todo tuyo?" y él le dice "Si, me lo gané tocando en la calle" y ella se voltea hacia mí y me dice: “Mami, mañana vamos con Opa, el toca, tu cantas y nosotras bailamos"
 De repente yo, que vivía anónima en mi pueblito, me hice conocida gracias a mi papá. Con apenas un mes en Basel ya era amigo de casi todos los latinos y cuando yo iba a la ciudad y encontraba a alguien que hablaba español muchas veces me preguntaban: "Tu no serás la hija de Víctor Cuica? el saxofonista de la Freistrasse?" Y yo pensaba: "que riñones!!Yo tengo más de dos años viviendo aquí y él, que apenas tiene un mes, ya conoce más gente que yo!!"
 A las niñas les encantaba que el "Opa" estuviera en casa. Él siempre dice: "Yo no soy abuelo de andá llevando muchacho pal' parque"  pero sin embargo les contaba cuentos, les tocaba la flauta y se las llevaba al supermercado y les compraba un montón de chucherías.
  Yo me reía un montón con sus cuentos. Una vez llegó contando que una muchacha estaba coqueteando con él en una fiesta y él le dijo :" Mira, tu eres así eléctrica, por ese pelo, péinate esas mechas... Eso es lo que te tiene medio loca..." y yo muerta de la risa y el continua: "...No, en serio, esa muchacha es chiquitica y medio loca, eso esa tomuza que no deja que le llegue sangre al cerebro..."Otro día viene y me cuenta : "Hoy me levante una muchacha en el tranvía, pero era muy joven, como de tu edad, y a mí me da pena andar con una muchacha tan joven, yo sé que ella me estaba mirando, porque yo la estaba viendo su reflejo en la ventana del tranvía sin que ella se diera cuanta..." y yo le respondo: "Eeeeeeeeeeessssssssssooooooooo!!!! Y como era la muchacha?" Y él contesta: “Bueno, como iba a ser? Fea!!A mí me gustan las mujeres feas..."
  Hoy tengo que decir, que esa primera visita fue una terapia para ambos y a mí me dio la oportunidad de conocer al ser humano que es mi padre. El sigue viniendo, Desde su primera vez hasta la última hace dos años, ha conocido los tres apartamentos en los que me ha tocado vivir desde que estoy divorciada, tal vez cuando regrese, todavía estaré viviendo en este, pero si no es así, él sabe que donde sea siempre será bienvenido.
  Desde hace un tiempo tiene una pareja, una mujer maravillosa, que lo quiere con todos sus accesorios, eso me hace muy feliz y me da mucha tranquilidad.

  La próxima vez les quiero contar sobre el descubrimiento más importante de mi vida. Lo hice aquí en Suiza,  gracias a mi padre y por medio de un amigo en común: Cesar el colombiano
<3 <3 <3



 
 
 

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